Instituto de la mente del niño
A muchos adolescentes con autismo les va bien en la escuela secundaria y van a la universidad. Cuando llegan allí, a veces se topan con desafíos inesperados. Pero con las herramientas y la preparación adecuadas, los estudiantes universitarios con autismo pueden seguir teniendo éxito.
Los problemas de organización son comunes en los niños con autismo. Debido a que la universidad conlleva tantas responsabilidades nuevas, los estudiantes autistas pueden tener dificultades para administrar su tiempo y mantenerse encaminados. Vivir de forma independiente, ocuparse de las necesidades diarias, gestionar las tareas y los horarios: lidiar con todas estas cosas a la vez puede resultar abrumador.
Otro problema es que los estudiantes universitarios con autismo pueden estar viviendo por primera vez sin servicios como apoyo educativo y terapia ocupacional. Además, puede resultar difícil encontrar médicos que trabajen con adultos con autismo.
La planificación de la transición es crucial para los niños con autismo. Las escuelas comienzan a planificar con los niños y las familias a los 14 años, pero comenzar a pensar en la universidad incluso antes puede ser útil. Los adolescentes con autismo pueden aprender a defenderse a sí mismos. Cuando lleguen a la universidad, sabrán cómo solicitar los servicios que necesitan.